Problema en el Paraíso: La Crisis Financiera, Económica, Social, y Política de Puerto Rico

Editores del volumen: Armando González Cabán y Jean Díaz

Puerto Rico se encuentra en un estado de crisis sin precedentes en su historia. El Gobernador Alejandro  García Padilla  declaró en junio del 2015 la imposibilidad de la Isla de pagar los $72 mil millones en deuda pública; deuda equivalente a su Producto Nacional Bruto (PNB) anual. La historia de los Puertorriqueños, en todas sus esferas, desde el 1898 ha estado dominada por las prioridades económicas, políticas y militares de los Estados Unidos de América (EUA). Esta historia refleja un colonialismo evolvente que ha servido consistentemente para enterrar a Puerto Rico en el estrangulamiento del control político de los EUA y la dominación económica de las corporaciones transnacionales y los capitales financieros internacionales.

Siendo el primer socio formal de un tratado de libre comercio para los intereses económicos de EUA, la presente crisis (financiera, económica, social y política) resulta profética para el modelo neoliberal de comercio internacional y relaciones financieras. De la forma que está organizada, la economía de Puerto Rico es indicativa de su estatus y función colonial; ya que funciona para maximizar las ganancias de las inversiones extranjeras. Evidencia de esto es la transición forzada de producir azúcar, a la manufactura, y a industrias de alta tecnología.

Los Puertorriqueños han combatido constantemente contra su posición sub-sirviente de colonia. Esta ha sido una lucha literalmente de vida o muerte; demostrada por las políticas represivas dirigidas a derrotar las fuerzas de liberación del país (por ejemplo, la Ley de la Mordaza de 1950 aprobada por el Gobernador Luís Muñoz Marín en respuesta a la Revuelta de Jayuya). En el 1952, después de más de 50 años de lucha, se instituye un nuevo sistema de gobierno llamado Estado Libre Asociado (ELA) con la función principal de reducir y controlar el sentimiento popular por la independencia. Además, este nuevo sistema de gobierno fue usado por los EUA para pedirle a las Naciones Unidas que sacara a Puerto Rico de la lista de los territorios coloniales pues había obtenido suficiente autonomía.

Al día de hoy, Puerto Rico es todavía de hecho una colonia. Todas las leyes federales son aplicables a la Isla, la presencia federal infringe a todos los niveles de la vida cotidiana; por ejemplo, la injerencia del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la corte Federal. El Congreso de EUA controla decisiones cruciales, y además, el ELA está en una bancarrota financiera, económica, política y social.

Las raíces de la crisis son profundas. Pasando desde el monocultivo de la caña de azúcar en las primeras décadas del siglo 20 que beneficiaron a las corporaciones de EUA hasta el programa de industrialización “Manos a la Obra” de la administración Kennedy, basado en exenciones contributivas y mano de obra barata, con la intención de promover los beneficios del ELA, la economía de Puerto Rico ha estado distorsionada por las prioridades e intereses de los EUA. El resultado sesgado era evidente mucho antes de la presente crisis de la deuda. El porcentaje de la riqueza nacional controlado por los Puertorriqueños del 1959 al 1984 ha descendido de un máximo de 81% en 1950 a 59% en el 1959, a 38% en 1970, y tan solo a 19% en 1984. Es decir, Puerto Rico sido despojado de cualquier vestigio de control sobre su propia economía. La Isla está sufriendo de un desempleo y sub empleo crónico, aun cuando está usando la emigración a los EUA como una válvula de escape para reducir la presión en la economía y reducir la inestabilidad social, mientras provee las condiciones bajo las cuales las industrias de EUA extraen grandes ganancias ($25 mil millones en 2014). La reciente crisis no es una excepción, y ha resultado en la emigración forzada de decenas de miles en los últimos años.

La deuda ha sido una carga consistente sobre los Puertorriqueños. Ya para el 1970 la deuda pública representaba el 70% del Producto Nacional Interno, y al igual que ahora, usada para financiar el gasto público en vez del desarrollo económico. El programa de gobierno del Partido Nuevo Progresista (PNP), neoliberal y pro estadidad, en el 2008 dependió de un aumento en la deuda pública mientras establecía medidas neoliberales de austeridad, como el despido masivo de empleados públicos y reducción en los impuestos para los ricos. La deuda nacional se aumentó en $17 mil millones durante el cuatrienio del PNP. En el 2012 el Partido Popular Democrático (PPD), defensor del ELA, implanto un programa de austeridad menos drástico que resultó en una degradación de su crédito por las agencias de EUA evaluadoras de crédito; esto duplicó el costo del servicio de la deuda y generó mayor austeridad.

La falta de control de Puerto Rico sobre áreas importantes de su política fiscal y pública ha exacerbada la crisis. La política del Congreso de los EUA de incentivos tributarios para atraer industrias a la Isla fue eliminada en el 2006. Esto resulto en un éxodo de industrias hacia países con menor costo de producción; un éxodo también fomentado por los acuerdos neoliberales de comercio internacional. La Ley Jones del 1917 establece que Puerto Rico tiene que usar solo barcos de bandera EUA para todo el transporte marítimo de la Isla, lo que resulta en un encarecimiento de los costos y una reducción de la competitividad. Sin tener su propia moneda, Puerto Rico no puede usar el mecanismo de devaluación. Las leyes de bancarrota de los EUA no permiten que Puerto Rico pueda restructurar su deuda. El Congreso insular de la Isla intento renegociar su deuda, sin intervención federal, mediante aprobación de una ley de bancarrota local pero esta fue declarada inconstitucional por las cortes Federales (una prueba más del estatus colonial de la Isla). La administración del Presidente Obama ha descartado ofrecerle una salida al problema. La Constitución de Puerto Rico también ha impedido los esfuerzos para manejar la crisis, ya que establece como prioridad máxima de los gastos del gobierno el pago de la deuda pública.

En este volumen buscamos contribuciones que reconozcan que la crisis financiera presente es la manifestación de factores económicos, políticos, estructurales interrelacionados profundos. Estos incluyen su estatus colonial, la historia de lucha y represión, la correlación de fuerzas económicas y políticas en la Isla, y su relación con la economía global, en particular dentro del contexto de los poderosos movimientos anti neoliberales de América Latina y el resto del mundo. Se busca tratar la crisis en su estado más amplio, examinando la complejidad de sus causas y sus efectos sobre la sociedad Puertorriqueña como también soluciones que discutan los factores estructurales subyacentes. Nos interesan trabajos que sean ricos empíricamente, teóricamente fuertes y fundamentados en la historia.

La posible lista de tópicos incluye, pero no están limitados, a los siguientes:

  1. ¿Cómo la condición colonial del ELA contribuye a la crisis y afecta su habilidad para resolverla?
  2. ¿Cómo el neoliberalismo, incluyendo la austeridad, privatización, y políticas tributaras regresivas contribuyen a la crisis financiera presente e influyen su respuestas posibles?
  3. ¿Cómo los sectores financieros de Puerto Rico y los EUA contribuyen a la crisis?
  4. ¿Cómo las leyes de comercio, inversiones, e impuestos de los EUA interactúan con las tendencias de la economía global e impactan la economía de Puerto Rico?
  5. ¿Cómo están relacionados los partidos gobernantes con los intereses de EUA y Puerto Rico que se han beneficiado de las políticas causantes de la crisis?
  6. ¿Cómo los intereses militares, económicos y políticos afectan la política de los EUA sobre la crisis financiera?
  7. ¿Cuál es el efecto de la crisis sobre la pobreza, inequidad de ingreso, temas de género y raza, empleo, educación, salud, otros servicios públicos, y responsabilidades gubernamentales como la protección ambiental?
  8. ¿Cuál es la relación de la migración con la crisis, ya sea como un efecto de la misma o un factor en la posible solución?
  9. Las posibles soluciones propuestas por las fuerzas progresistas y los obstáculos para su implantación, incluyendo la represión por el estado.
  10. ¿Cómo la crisis está afectando el activismo cultural y político, incluyendo los factores más importantes en la habilidad de las fuerzas populares para crear un movimiento de resistencia popular de masas?

Nos gustaría también usar el volumen para facilitar el dialogo sobre estos temas y podría incluir declaraciones de grupos activistas. También son invitadas representaciones artísticas y culturales que reflejen perspectivas políticas.

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